Meditación en el Silencio y la Luz
Técnica
Se toma una postura corporal cómoda, con la espalda recta.
Las manos, con las palmas hacia arriba, recogen energía del cielo.
Se lleva la atención mental a la zona más alta de la cabeza.
Allí, se imagina una ventana o puerta que se abre, hacia arriba, hacia la luz del cielo libre y abierto. Se toma conciencia del espacio, la altura, la amplitud...
A unos treinta centímetros, por encima y alrededor de la cabeza, se escucha el silencio. No se busca ni se hace nada. Tan sólo, se siente la plenitud del silencio. La actitud interior es receptiva y despierta.
En la columna vertebral se visualiza o se siente la energía como luz brillante que fluye...
La energía asciende hasta la parte superior de la cabeza y sin detenerse sale hacia el espacio. Entonces se imagina, en lo alto, una enorme FUENTE DE LUZ. Todo es espacio, amplitud...
Paz, sabiduría, comprensión, amor...
Dentro del practicante, algo se mueve, empieza a crecer, es como si una semilla buscara la luz del sol...