COMPRENSIÓN

Basándome en mi libro titulado COMPRENSIÓN escribo algunos de sus aforismos procurando mejorar, en lo posible, su prosa poética. Por el bien espiritual que este libro hizo a tantos lectores sugiero su meditación amplia y personal.

¡Caminantes del Sendero de Amistad, un saludo!

Mi mundo alterna entre la oscuridad de sombras y la limpieza de sentimientos.
Todo lo que escribo es experiencia del diario vivir. No utilizo escritorios vistosos, ni habitaciones rococó, ni mis palabras son eruditas.
La enseñanza la recibo de la vida en todos sus aspectos. Me uno a mis hermanos/as, les observo, vivo sus problemas y les amo.
Pero…, en cuanto puedo, me alejo del bullicio y busco la soledad.
En el silencio interior es donde realmente oigo y veo. Mi universo es vida, nunca palabras teóricas.
Aprendo a ser YO mismo.
Intento ser sincero, claro y abierto.
Quizás, una difusa luz en el camino.

Dentro de ti existe un artista, un amante del placer, un filósofo, un religioso, un sabio…
¿Quién eres, de verdad?
Medita y contempla la pregunta: ¿Quién soy yo?
Si comprendes que tus emociones, tus pensamientos, que lo material, no son más que complementos del yo…, si aún tienes inquietud, continúa preguntando: ¿Quién soy yo?
Descarta lo que NO eres y lanza, una y otra vez, al interior de tu persona: ¿Quién soy yo?
Espera la respuesta silenciosa…

Lo que piensas y sientes se proyecta en el simbolismo de tus sueños y en tus meditaciones contemplativas.

Es absurdo que te incomodes o te deleites de las proyecciones mentales. Son fantasías. Más bien, no les prestes atención y olvídalas.

- ¿Quiénes somos, amor?
- Yo siento que somos dos seres unidos por el amor y separados tan solo por nuestra propia ignorancia.
- ¿Qué es la vida?
- La vida eres tú…, soy yo…, y todo lo que unido forma la evolución creadora.
- Pero, ¿no piensas que…?
- ¡Basta, amada mía! No hablemos más. Vivamos en silencio nuestro amor. No permitamos que las palabras entorpezcan nuestras auténticas vivencias.

Al fin, las mismas, son lo único que facilita la comprensión de lo que somos.

Observa y comprende la forma repetitiva y mecánica de tus pensamientos cotidianos, de tus miedos, de tus esquemas filosóficos, culturales… ¿Te das cuenta de que tú no eres “eso”?
Si puedes ver con atención, sin distorsiones, las cosas como son, entonces es posible que te liberes, por unos instantes, de la fantasía mental.

Para lograr este equilibrio mental puedes probar la contemplación silenciosa de ti mismo, la no- identificación con tus pensamientos habituales, el no-huir de tus temores, el no-pensar durante tus meditaciones solitarias y en una actitud objetiva de tu visión interior.

Si observas tu vida cotidiana aprenderás mucho sobre ti mismo.

¿Comprendes que aquellos condicionamientos que ves reflejados en los demás son una misma cosa contigo? Tú y ellos seguís una cultura semejante, parecidas costumbres y un egoísmo afín. Siento decirlo, pero tú no eres el único que tiene esa manera de ser. No te sientas incomprendido, pues mucha gente pasa por la misma ansiedad.

No te refugies en espinas.

Nada de eso, todo lo contrario: ¡sal de ti!, ¡comprende a otras personas! ¿Sabes una cosa? Sin darte cuenta, entenderás mejor tu manera de ser..

En la oscuridad veo tu LUZ.

¡Sé con certeza que TÚ te hallas junto a mí!

¿Cómo lo sé?... Porque te veo y te siento en cada momento de mi existencia. Somos muchos los que nos encomendamos a TÍ…

Con esperanza te aguardamos.

Los pensamientos y sentimientos que surgen de ti, no son ni buenos ni malos. Son simplemente el devenir de una existencia que se expresa.

Lo que consideras negativo, suprimir.

Lo que consideras positivo, desarrollar.

No te niegues a escuchar a las demás personas. Pero no permitas que habladurías te conduzcan por el dudoso camino de lo “bueno o lo malo”.

Solo tú, desde tu interior, puedes saber lo que es correcto.

Humano es aquel que se aleja de la confusión… y piensa.

Humano es aquel que busca la verdad, que cuestiona y que no se conforma con simple explicaciones de salón.

Humano es aquel que sabe estar sólo.

Humano es aquel que deja a un lado la mediocridad de argumentos e intenta conocer por sí mismo lo auténtico, lo que es de verdad.

Humano es aquel que no oculta sus defectos y sus cualidades, y no aparenta ser lo que no es.

Humano es aquel que se supera día a día.

Humano es aquel que ama, que es sensible, que es curioso, que desea aprender y que tiene abierta su menta al mejor profesor del ser humano: la Vida…

Es imposible huir de nuestra conciencia. Se puede disimular, pero nunca escapar de nuestra contradicción interior.

La observación y la acción nos enseñan a entender nuestras debilidades, a cambiar de actitud.

Es una buena manera de conocernos, de superar las contradicciones interiores.

Quizá, el comienzo de la sabiduría sea la observación de uno mismo.