Relajación del Árbol
Técnica
De pie, cuerpo recto y relajado, respiración normal.
Imagina que eres un árbol: tus pies y tus piernas son sus raíces, tu tórax, su tronco; tus brazos son las ramas, sus hojas; tu cabeza, el follaje...
Te encuentras en un valle amplio, de serenas colinas...
Estás rodeado de otros árboles, te sientes acogido... Todo es agradable, suave, tranquilo... Poco a poco, empieza a sentir que por encima de tu cabeza brilla el sol, en un cielo celeste, cálido...
Algo dentro de ti comienza a brotar... Busca la luz...
De la semilla, que un día fuiste, comienza a crecer un tallo robusto...
¡Siiéntelo¡ ¡Exprésalo con tus manos, brazos y gestos¡
La luz del sol te guía, siente su calor, su fuerza...
Tus ramas crecen, se extienden...
Brotan flores...
Las flores se transforman en frutos...
Algo dentro de tí se expresa hacia fuera...
De alguna manera en tus manos hay racimos de frutos..., ofrécelos a las personas que pasan a tu lado..., a los niños que son felices por verte..., a los pájaros que se posan en las ramas ..., a los gatos, a los perros ..., a las personas que encuentran sombra y cobijo bajo tu follaje ... ¡Siéntelo!. ¡Exprésalo con gestos para que todos sepan cuánto les amas!.
Comentario
Un ejercicio de introspección expresiva cargado de simbolismo y sugerencias. El practicante se convierte en un árbol: algo brota de su interior, y busca la luz, da flores...
Las propuestas de auto conocimiento son numerosas. ¿Qué brota dentro de uno? ¿Dónde está la luz que busca? ¿Cómo se siente cuando está unido a otros árboles? ¿Y cuándo comparte sus frutos? Las respuestas no vienen de la cabeza sino del corazón.
Se siente y se expresa con las manos, con todo el cuerpo... Surge la autoconciencia: lenguaje simbólico, no-verbal, efectivo, directo y con hondo contenido humano.
Para todas las edades.