La importancia de un guía y su grupo

Si algo ha quedado claro después de tantos años de práctica introspectiva, es la importancia de un guía espiritual y un grupo de personas con quien compartir el camino.

En este sentido recuerdo que una de las experiencias más duras que me ha tocado vivir, fue el nacimiento, muy prematuro, de una de mis hijas. A los seis meses y con sólo 910 gramos de peso iba, junto a otras madres y siempre que nos lo permitiesen, al hospital para estar con nuestros niños y aportar lo que podíamos, es decir nuestro amor y nuestras ganas de que salieran adelante.

En cierta ocasión una madre me preguntó:

-“¿Oye, tú qué tomas que siempre estás aquí y parece que no decaes nunca?

Yo me quedé extrañada porque no había pensado en eso y la pregunté:

-¿Que qué tomo para qué?

- Pues, para la depresión. A todas, el psicólogo, ginecólogo, el médico de cabecera, nos ha recetado algo.

- Yo no tengo depresión —respondí— , yo estoy sufriendo como no había sufrido nunca y sí, decaigo, pero enseguida me tengo que reponer porque no quiero que nadie lo note, sobre todo la niña, y gracias a este pensamiento cada mañana puedo venir con la misma ilusión. No creo que ninguna pastilla tenga la solución, supongo que estas cosas hay que pasarlas y de la mejor manera posible.

Lo que seguramente no le dije fue que mis primeras consultas fueron mirando hacía arriba, hacia el cielo y la respuesta fue clara: por un lado la importancia de mi presencia, tenía que estar con ella todo el tiempo que pudiera y por otro lado, algo que también aconsejaban las enfermeras, que le diera mi leche como alimento mientras fuera posible.

En cuanto a consultar con alguien, sí fui a un médico, pero naturista, para que me ayudara con el tema de la leche, cosa que hizo su efecto y también les extrañaba que pudiera aguantar tanto.

Y a nivel emocional, mi guía y mis compañeros del camino espiritual estaban siempre dispuestos a ayudar, a escucharme, a apoyarme. Aunque no tenía mucho tiempo para hablar con nadie, yo sabía que ellos estaban ahí con su energía y su cariño.

En esos momentos te das cuenta de la importancia que tienen esos amigos y la diferencia que marcan con respecto a los demás en una situación semejante.

Gracias, gracias,... por siempre gracias.

 

Mary Paz
(MADRID)