Ilustración número 1

Ilustración número 2

Se trata de estirar la pelvis y músculos anexos provocando la flexibilización de la columna vertebral.

• Nos sentamos en el suelo con las piernas estiradas hacia el frente.
• Doblamos la pierna derecha. A continuación, la pierna izquierda.
• Juntamos ambas plantas de los pies.
• Estiramos la parte superior de la cabeza hacia arriba.
• La espalda también se estira.
• Con ambas manos aferramos los tobillos. (Ilustración 1).
• Por último, nos inclinamos hacia delante sin soltar el agarre de los tobillos, separando, en lo posible, ambas piernas.
• Procuramos acercar la cabeza a los pies y estirar la espalda con amplitud, abriendo los codos. (Ilustración 2).
• La respiración es serena y normal. La relajación total. Evitamos esfuerzos innecesarios.
• Se tata de permanecer el mayor tiempo posible en la asana mientras las piernas se abren estirando la pelvis.
• Cuando deseamos finalizar, volvemos a erguirnos sin prisa, para recuperar la posición inicial.

Tres repeticiones.